En la psicoeducación emocional, es fundamental distinguir entre emociones y sentimientos. Las emociones son reacciones corporales inmediatas y de corta duración, diseñadas para garantizar nuestra supervivencia. Por otro lado, los sentimientos son más duraderos e implican una elaboración psicológica, sirviendo como una herramienta clave para nuestro desarrollo personal y crecimiento emocional. Comprender esta diferencia es esencial para el autoconocimiento y la gestión emocional en la vida diaria.
Son reacciones fisiológicas que surgen en nuestro cuerpo como resultado de evaluar a través de los sentidos una situación o estímulo que proviene del exterior, sus funciones naturales son de SUPERVIVENCIA, son 5 básicas y desde la perspectiva humanista podemos identificarlas con la sigla M.A.T.E.A.
M: Miedo
A: Alegría
T: Tristeza
E: Enojo
A: Afecto
Las emociones son visiblemente observables por los demás, surgen como sensaciones corporales y son de corta duración.
Son una elaboración más fina de las emociones primarias, o también surgen de una combinación de éstas debido a la vivencia de las experiencias que vamos teniendo en relación con el entorno a un nivel psicológico y cognitivo. Los sentimientos no se observan de manera externa, la duración es más larga que las emociones y la sensación menos intensa. Se pueden clasificar desde la perspectiva humanista como:
Sentimientos de Desarrollo: Van en el sentido de lo constructivo a lo que favorece el desarrollo del potencial humano y mantienen un equilibrio entre nuestras tendencias hacia la novedad y seguridad. Algunos ejemplos son el Afecto, Enojo, Logro, Miedo, Motivación, Alegría, Ternura, Plenitud, etc.
Sentimientos de deterioro o disfuncionales: Son los que van en detrimento de la estima y valoración de un ser humano y surgen de experiencias traumáticas o devaluantes que llevan a una involución. Entorpecen nuestra tendencia hacia la novedad y seguridad. Algunos ejemplos son Hostilidad, Humillación, Celos, Odio, Ostentación, Derrota, Traición, Venganza, Abuso, Amargura, etc.
Sensación corporal de Ansiedad pura.
Emoción vivenciada como Miedo.
Provocada por Cambios amenazantes o violentos en el ambiente produciendo descompensación química en el organismo.
Su función es activarnos para la supervivencia ante algo amenazante.
El tiempo y ejercicio físico ayudan a recuperar naturalmente la autorregulación en el organismo.
Sensación corporal intensa, invasiva e incontrolable que va y viene.
Originada por angustia existencial
no atendida, fantasías trágicas, incertidumbre, autoexigencia y sustitución de otro sentimiento.
Es conveniente revisar en psicoterapia estilo de vida, auto aceptación, consciencia de sentimientos y su expresión.
Sentimiento conformado por elementos psicológicos.
Originada por situaciones existenciales como no estar donde se quiere, no hacer lo que se quiere o no ser quien realmente somos.
Aparece hasta en momentos de grandes logros, por lo cual provoca desconcierto.
Revisar el estilo de vida o existencial en psicoterapia, ayuda a esclarecer lo que queremos y lo que no en la vida actual.
Son CREENCIAS adquiridas de terceras personas que vivimos como si fueran propias.
PROMUEVEN EL BLOQUEO del proceso emocional organísmico.
SE ADQUIEREN principalmente en la niñez temprana
Se ASUMEN para buscar aprobación y afecto.
IMPIDEN la satisfacción de una necesidad propia.
Los introyectos y los sentimientos de deterioro representan bloqueos para vivir experiencias novedosas y espontáneas, plenas y satisfactorias.